¿Calefacción eléctrica o de gas natural?
La calefacción es uno de los aspectos que más gasto genera en un inmueble. Dentro de los sistemas de calefacción, encontramos aquellos que funcionan con gas (generalmente gas natural) o los que funcionan con electricidad.
Ambos tienen sus pros y sus contras pero el hecho de que la electricidad cada vez sea más cara ha hecho que muchos usuarios cambien de fuente de energía e incluyan instalaciones de gas natural para aspectos como la calefacción o el agua caliente.
Calefacción por gas
Dentro de este tipo de calefacción podemos encontrar gases como el propano, el butano o el gas natural. El hecho de que se sigan usando los dos primeros se debe a que aún no llega el gas natural a todo el territorio nacional. Sin embargo, si pensamos en hacer el cambio por dinero, el gas natural es lo más económico.
Una instalación de gas natural posee una inversión inicial más elevada por lo que muchos expertos afirman que no merece la pena el gasto por mucho que nos ahorremos en un futuro.
Si nos centramos en la contaminación, el gas natural es menos contaminante que otros combustibles y que algunos tipos de electricidad que no proviene de fuentes de energía renovable.
Calefacción eléctrica
Siempre se ha dicho que el tener una calefacción que funcionara con electricidad era sinónimo de alto gasto. Sin embargo, es muy posible tener una calefacción eléctrica eficiente y económica.
Hay que pensar que, aunque instalemos calefacción por gas natural, no dejaremos de pagar la factura de electricidad, por lo que existen otras formas de tener una calefacción económica a base de electricidad.
Una de las primeras cosas que hay que hacer es comprar aparatos lo más eficientes posible, ya que, pese a ser un poco más caros que los tradicionales, reducen muchísimo su consumo siendo rentables a corto plazo.
Otro de las opciones eléctricas de las que disponemos son los acumuladores de calor. Estos aparatos se cargan de electricidad durante unas horas y descargan el calor cuando nosotros queramos. Si utilizamos este tipo de acumuladores con la discriminación horaria y los cargamos en las horas más baratas y descargamos en las caras, podremos ahorrar hasta un 40% en electricidad.
Si no tienes problema en hacer una inversión inicial alta, puedes instalar placas solares en lugar de gas natural. La energía solar permite el autoconsumo por lo que, tras ese gasto en la instalación, te ahorrarás la factura de electricidad para siempre, siendo un sistema más rentable que el gas natural. Existen otros sistemas como la aerotermia o la geotermia pero aún no permiten el autoconsumo y su instalación puede ser más costosa, por lo que no son tan rentables.
Si te quieres centrar, más allá del dinero, en la sostenibilidad, lo mejor es cualquier fuente de energía renovable como las tres anteriores, donde la energía será 100% verde.