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Tipos de punto de carga para vehículos eléctricos | Dónde instalarlos y procesos administrativos
Un vehículo eléctrico puede convertirse en el lugar donde encontrar la respuesta a la situación de emergencia climática en la que vivimos. Quizás pueda parecerte una extraña ubicación en la que buscar soluciones, pero tras leer estas líneas puede que lo veas de forma diferente.
A finales del siglo pasado se advirtió, por primera vez de forma oficial, sobre el peligro del cambio climático. Además, en el discurso se aludía ya al fenómeno como una consecuencia directa de la actividad de los seres humanos en el planeta.
Desde entonces hasta ahora, esa fuente de contaminación, en lugar de cesar, ha aumentado exponencialmente. Para entender el problema en toda su dimensión solo párate a pensar un minuto en la cantidad de personas de tu entorno que tienen coche: familia, amigos, vecinos… Luego, multiplica. Actualmente, en España vivimos casi 48 millones de habitantes; y en Europa, casi 8000 millones.
Seguro que has oído hablar de las nefastas consecuencias que el cambio climático está teniendo sobre el planeta. Sin olvidar todo lo que significa para el futuro de la vida en la Tierra. Pero ¿sabes cómo pueden colaborar los vehículos eléctricos para mejorar las cosas?
Empecemos por el principio.
El problema de los combustibles fósiles
Todos conocemos muy de cerca los combustibles fósiles. Elementos como el petróleo o el gas natural, forman parte diariamente de nuestras vidas. Es lo que nos ocurre, por ejemplo, con nuestros hábitos de movilidad.
Nos hemos habituado a utilizar el coche para recorrer todo tipo de distancias, lo que asimismo significa un abuso descontrolado de los combustibles fósiles.
Las emisiones de dióxido de carbono
Estos hábitos de los que hablamos nos están saliendo muy caros. Sobre todo a causa de la masiva utilización de coches, las emisiones de dióxido de carbono (Co2) han contaminado el aire que respiramos de forma alarmante. En muchos lugares del planeta la calidad del ambiente es pésima y, aunque de forma invisible y silenciosa, esto repercute un poco más en tu salud cada día que pasa.
Enfermedades pulmonares y cardíacas, alergias, asma o problemas epidérmicos y de visión son solo algunos ejemplos de cómo pueden afectarte directamente las emisiones de Co2. Pero no olvidemos las consecuencias a escala planetaria: la disminución de la capa de ozono y todo lo que conlleva, el aumento de la radiación ultravioleta sobre la Tierra, y el progresivo calentamiento global.
El Programa de Naciones Unidas para la Protección del Medioambiente (PNUMA) advierte de un deterioro mayor de la capa de ozono sobre las superficies más pobladas del planeta.
El vehículo eléctrico y sus puntos carga
En el año 2015 se firmó el llamado Acuerdo de París. Un pacto al que se adscribieron 195 países, sellando su compromiso en una lucha mundial contra el cambio climático.
En el marco de este importante tratado, las grandes compañías internacionales de automoción comenzaron a trabajar con ahínco en sus prototipos para crear su modelo mejorado y actualizado de vehículo eléctrico. Desde entonces, se han optimizado cuestiones como su autonomía o los puntos de carga de coches eléctricos.
Una información muy útil para el propietario de un coche eléctrico es la concerniente a la situación y a la utilización de esos puntos de carga. Encontrar puntos de recarga para coches eléctricos a lo largo de todo el territorio español es una realidad cada vez más cercana.
Existe algún coche eléctrico con una autonomía que puede llegar hasta los 400 kilómetros, mientras que otros únicamente llegan a recorrer unos 200 kilómetros sin cargarse. Teniendo en cuenta estos datos, es fácil entender por qué hay que aumentar el número de estaciones de carga. De esta forma, se podrá garantizar la continuidad del recorrido.
¿Dónde pueden instalarse los puntos de carga para coches eléctricos?
Como es lógico, y seguramente sepas si eres propietario de un vehículo eléctrico, puede colocarse un cargador en tu casa o en tu garaje. Es decir, en las ubicaciones que pertenecen a tu domicilio.
Pero también es posible implantar un cargador para vehículo eléctrico en tu trabajo. Y esto se permite porque, al final, de lo que se trata es de crear un escenario cómodo, cercano y flexible para que el propietario de un coche eléctrico pueda acceder a recargarlo en el momento que lo necesite.
Este tipo de ubicaciones individuales suelen colocarse en zonas privadas, y se conocen como puntos de carga vinculados. El nombre obedece a que su utilización se vincula a un determinado propietario y su vehículo. Su potencia oscila entre los 2,3 hasta los 5 kW.
El Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, en su Instrucción, hace referencia a los puntos de carga vinculados. La opción más sencilla, demandada por la mayoría de los propietarios en estas circunstancias, es la conocida como Wallbox. Se trata, simplemente, de una especie de caja que se adhiere a la pared, por lo que no se precisan obras complicadas ni tampoco requiere un desembolso considerable.
Pero en muchas ocasiones el conductor de un coche eléctrico va a necesitar cargar su vehículo fuera de su lugar habitual. Por eso, es necesario instalar puntos de carga para coches eléctricos en una gran variedad de lugares, ajenos a las residencias o centros de trabajo de los usuarios. Estos emplazamientos se denominan puntos de carga de oportunidad.
Su denominación hace referencia a cuándo se utilizan. Y es que su uso se circunscribe habitualmente a aquellas situaciones en las que al propietario le viene bien recargar el coche porque «le pilla de paso». Por ejemplo, cuando está comprando, en el gimnasio o tomando un café.
Puntos de carga en ubicaciones públicas o privadas
Es frecuente que los puntos de carga de oportunidad se coloquen en centros privados: supermercados, aparcamientos privados (como pueden ser los de las comunidades de propietarios) o estaciones de tren. Pero también pueden encontrarse en lugares públicos. En este caso suelen depender de un Ayuntamiento u otras instituciones públicas, y se ubican en interior (aparcamientos públicos, centros de salud, etc.) o exterior (un parking al aire libre o determinadas acotaciones de la vía pública…).
La promulgación del Real Decreto 1053/2014 («Instalaciones con fines especiales. Infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos») ha supuesto un antes y un después. Esto es porque en su articulado obliga expresamente a aparcamientos públicos y empresas a contar con un puesto de carga por cada 40 plazas.
Los talleres y concesionarios de vehículos de automación también deben contar en sus instalaciones con los convenientes puntos de recarga para coches eléctricos. Ya que, de otra manera, no podrían llevarse a cabo sus revisiones correctamente.
Puntos de carga para uno o más usuarios
Para cualquiera de estos supuestos hay dos alternativas: un monopunto o un multipunto de carga para vehículos eléctricos.
Cuando más de un usuario utiliza un mismo cargador, lo mejor es contar con un sistema mediante el que cada uno (junto con su tarifa y el abono que debe realizar), queda identificado.
Las distintas potencias en los puntos de carga
La potencia de los puntos de carga domésticos (los vinculados) se encuentra habitualmente en un intervalo comprendido entre 16 A y 3,7 kW. Esa potencia se supera cuando se trata de lugares de carga públicos. En este caso, los puntos pueden ser de carga acelerada, cuya potencia es de 11 kW.
Pero también hay puntos de recarga rápida. Puede decirse que estos son equivalentes a una parada en una gasolinera. Tienen una potencia de 43 a 50 kW.
Suelen instalarse en sitios en los que los estacionamientos duran un cierto tiempo, y pueden ser localizaciones tanto públicas como privadas. Por eso, en el marco de esta posibilidad, se abre un gran abanico de opciones: supermercados, aparcamientos, etc.
Además, actualmente muchas empresas han comenzado a trabajar en el diseño, fabricación e instalación de puntos de recarga ultrarrápida.
Como puedes ver, la instalación de puntos de carga para coches eléctricos es un tema en continuo desarrollo y actualización. Y cada año se observa un mayor avance, tanto en lo que respecta a los aspectos tecnológicos, como legales o administrativos. Te lo contamos a continuación.
Los distintos modos de carga
Existen Cuatro tipos de modo de carga, los cuales se pueden ver perfectamante en la siguiente ilustración:
Procesos administrativos para la instalación de un punto de carga: la legalización
Algunas instalaciones eléctricas, ya sea por su potencia o por otras causas, están sujetas a una obligación de legalización para su uso. Esto ocurre, por ejemplo, con las instalaciones de climatización, de calefacción, …etc.
Este, es el caso del Punto de Recarga de un Vehículo Eléctrico, que para legalizarlo dependerá de los KW y su tipología:
TIPOLOGÍA 1:
- Instalaciones correspondientes a las infraestructuras para la recarga del
vehículo eléctrico cuya potencia sea P > 50 kW. - Instalaciones de recarga situadas en el exterior de potencia P > 10 kW.
- Todas las instalaciones que incluyan estaciones de recarga previstas para
el modo de carga 4.
En estos casos, hará falta:
- Proyecto Eléctrico
- Certificado de Instalación Eléctrica
- Certificado Final de Instalación/Obra
- OCA (Organismo de Control Autorizado)
TIPOLOGÍA 2:
Aquellas no contempladas en la tipología 1, y que por su sencillez, como pueden ser por ejemplo los Puntos de recarga de una vivienda unifamiliar, es suficiente para su legalización:
- Certificado de Instalación Eléctrica.
Nuestra Experiencia en Legalizar Puntos De Recarga:
- Centro Porsche Sevilla 77 KW
- TYSA Sevilla 102,8 KW
- TYSA Córdoba 102,8 KW
- GYSA Córdoba 39,8 KW
- GYSA Jerez 39,8 KW
- FIALBA 73,4 KW
- TYSA Su Eminencia 73,4 KW
- FYRSA 91,7 KW
